El taller se presenta como una actividad lúdica, donde el niño retrocede en el tiempo, a la prehistoria, en un entorno perfectamente recreado: una gran muralla, cabañas, pieles, huesos, herramientas… y allí, rodeado de árboles, piedras y plantas, revive experiencias de nuestros antepasados, poniendo en práctica algunas de las actividades que realizaba el hombre hace miles de años.
La actividad comienza con la búsqueda de varios materiales escondidos en diversos lugares del poblado; la obtención de estos da paso a la elaboración de utensilios propios de la época a la que han retrocedido: placas de arquero, colgantes.
El niño se sumerge completamente en la experiencia.. Comienza a preguntarse y a preguntar cómo vivía el hombre. Se da cuenta de lo diferente que era entonces el concepto del tiempo, imagina cómo era la vida, sin colegios, sin oficinas, sin horarios… pero también, desarrolla, alentado por el trabajo en grupo y por el pequeño esfuerzo que requiere la actividad, la cooperación, además de la satisfacción de haber creado algo a través de sus manos.
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